Las grasas trans son uno de los ingredientes más perjudiciales en la dieta moderna. Se encuentran en muchos productos procesados, afectando la salud sin que la mayoría lo note.

Son un tipo de grasa insaturada que puede ser natural (en animales) o artificial, generada por hidrogenación parcial para solidificar aceites y mejorar la textura de los alimentos.

• Grasas Trans Naturales: En carne y lácteos de rumiantes como vacas o cabras.
• Grasas Trans Artificiales: En comida rápida, bollería, margarinas y snacks ultraprocesados.

• Comida rápida y frituras: Hamburguesas, papas fritas, pollo frito.
• Bollería industrial: Galletas, bizcochos, croissants.
• Ultraprocesados: Palomitas microondas, sopas preparadas, patatas chips.
• Margarinas y cremas para untar: Algunas aún las contienen.

• Cardiovasculares: Aumentan colesterol malo y reducen el bueno, inflaman las arterias.
• Diabetes tipo 2: Relación con resistencia a la insulina.
• Obesidad: Favorecen la acumulación de grasa visceral.
• Cáncer: Posible vínculo con cáncer de colon y mama.
• Cerebro: Asociadas a deterioro cognitivo y Alzheimer.

• Lee etiquetas: evita aceites parcialmente hidrogenados.
• Usa aceites saludables: oliva, aguacate, girasol, coco.
• Reduce la comida rápida y ultraprocesada.
• Cocina en casa con horno, vapor o plancha.
• Consume grasas buenas: frutos secos, semillas, omega 3.

• Prohibiciones: Canadá, Dinamarca y EE.UU. las han eliminado.
• Regulaciones: La UE y otros países imponen límites estrictos.
• Etiquetado: Ahora es obligatorio en muchos productos.

Aunque las regulaciones ayudan, aún hay productos con grasas trans. La clave es el consumo consciente.

Las grasas trans son un enemigo silencioso con gran impacto en la salud.

Reducirlas protege tu corazón, tu cerebro y previene enfermedades crónicas.

Elige lo natural. Evita lo ultraprocesado. Cuida tu cuerpo.

¡Haz el cambio hoy!